Mis vecinos...los odio!!

Llevo toda mi vida viviendo en la colonia Condesa, en dos domicilios diferentes y en algunos casos aterrizo en casa de mi papá, ó de Javi, ó del Nino.

Cuando me quedo en casa la convivencia con mi hermano es obvia. Escuchaba en Yautepec, como Ángeles decía que 'pss los amigos de la cuadra' cuando estabas chico...

Otra vez, me sentí alienado (en retrospectiva, mi niñez fue solitaria, tenía muchos amigos en la primaria, pero nada de salir, hasta pena me daba pedir permiso por que ya sabía que la respuesta era un rotundo, NO).

Por eso me volví tan, tan..., por eso hablo un chingo a veces vaya... jaja. Volviendo a mi niñez, a la mejor durante un tiempo me llevé bien con un vecino de edad equiparable, algo menor, pero hoy en día me caga ese güey, junto con todos mis vecinos. Una bola de ojetes sin personalidad, grises e indiferentes entre los cuales, algunos se roban la luz, no pagan agua, hacen desmadre en su departamento sin, reparo de lo que los otros hagan.

Son una bola de huevones mezquinos. Alguna vez me chuté con mi mamá, la labor de pintar el edificio por dentro. Nadie ayudó, y algunos cooperaron. El chiste duró limpío como 1 mes y medio. Encuenras en mi edificio paredes rayadas, en algunas ni pintura hay.

Recién en Enero, tronó la bomba del agua (hay una pequeña cisterna al frente del departamento donde vivo, de ahí el agua es bombeada a los tinacos superiores, para volver a bajar).

Tuvo que pasar una semana para que algo ocurriera. Mientras tanto fue una semana sin una sola gota de agua, no manchen, eso está de la chingada. Pero, también pensaba, creo que asumir el liderazgo e ir a invertir mi tiempo en el reemplazo de dicho y misterioroso artefacto también era resolverles la vida a estos personajes.

La bronca empezó un lunes. Un día jueves de regreso del trabajo abro la puerta, acciono el switch de la luz y...tampoco había corriente eléctrica.

Me senté en una silla esperando a que también se acabara el gas y temblara de una vez ya para que se lo llevara la chingada a todo.

Al final del cuento regreso el agua, y también la luz, y el gas no se acabó, nada se inhundó y tampoco nadie salió corriendo en llamas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

esta muy cabron vivir en un lugar donde t caen bien todos tus vecinos... a mi me cagan tambien los mios :/