Programando con C#, SQLite y GTK# (Parte 1)

Hola a todos!

TTCuento es un blog en el que hablaremos de muchas cosas que pasan alrededor de la H. ESCOM, y una cosa de esas, es lo que se ve en sus aulas (o se supone que se deberia de ver xD).

Post completo aquí.

Aprendamos algo...

Oh, sí.

Tu sabes...Aria dice 'la buena suerte se acaba' (es la segunda vez que cito las frases pendejas de Aria).

Naaa, la buena suerte no se acaba, lo que pasa es que hay mucha, dígamos... gente rara allá afuera...está cabrón.

Verán, contemos esto...

Llamemos al usuario J (Sí, Jenny de CENAVECE), me pide ayuda para limpiar su teclado, (brillante a más no poder gracias a sus glandulas sebaceas y a un nulo hábito (supongo) de lavarse las manos).

Ok, echemos espuma limpiadora al teclado.. (ERROR), Ok, si tu laptop HP, se porta bien, y la del Dr. Andrés, también, no significa que una VAIO gringa también lo vaya a hacer (ya sabía yo, pinches VAIO no rifan, no importan cuantas veces lo hayas hecho en tu HP, que, por cierto...es más cara ¬¬)

Total, valió el teclado. Bueno hasta ahí todo podría terminar en una anécdota muy graciosa que le podría contar a mis nietos.

Al día siguiente, el área a donde pertenezco, alias Adulto y Anciano ya conocía el hecho, aunado a dos tres comentarios de radio pasillo.

Todo eso me hacía sentir muy irritado, realmente, me estaba poniendo de malas, y realmente por un momento me convertí en un tarado medieval sediento de venganza para cortar cabezas y proferir a un par improperios y....

Sí, apareció Javier Llanos de la nada para decirme algo que no ve en esta pinche ciudad:

Que te tiren mierda, que hablen pendejadas y que te avienten mala onda, y que...permanezcas estoico.

Sí, era muy fácil dejarme llevar pero, el precio a pagar era mucho más alto de lo (poco o nulo) que pudiera ganar.

Por poco se me olvida lo que aprendí en la vocacional, a, putazos. Que uno no debe reaccionar como pinche animal, ante los estimulos externos que te azotan a lo largo del día, aunque sea muy tentador.

(Jajaja, como me pasó una vez en Hermosillo creo, Fernando vs un Doctor, eso fue legendario, aunque nada de que sentirme orgulloso).

No manches, ser proactivo cuesta un pedo. Está cabrón, pero ésta vez tuve ayuda, Javier actúo como esa voz que todos tenemos en la cabeza, y que te dice que no hagas pendejadas. En cuanto al teclado, conozco el alcance de mis responsabilidad, y supongo que no tengo empacho en asumir lo del teclado.







Mis vecinos...los odio!!

Llevo toda mi vida viviendo en la colonia Condesa, en dos domicilios diferentes y en algunos casos aterrizo en casa de mi papá, ó de Javi, ó del Nino.

Cuando me quedo en casa la convivencia con mi hermano es obvia. Escuchaba en Yautepec, como Ángeles decía que 'pss los amigos de la cuadra' cuando estabas chico...

Otra vez, me sentí alienado (en retrospectiva, mi niñez fue solitaria, tenía muchos amigos en la primaria, pero nada de salir, hasta pena me daba pedir permiso por que ya sabía que la respuesta era un rotundo, NO).

Por eso me volví tan, tan..., por eso hablo un chingo a veces vaya... jaja. Volviendo a mi niñez, a la mejor durante un tiempo me llevé bien con un vecino de edad equiparable, algo menor, pero hoy en día me caga ese güey, junto con todos mis vecinos. Una bola de ojetes sin personalidad, grises e indiferentes entre los cuales, algunos se roban la luz, no pagan agua, hacen desmadre en su departamento sin, reparo de lo que los otros hagan.

Son una bola de huevones mezquinos. Alguna vez me chuté con mi mamá, la labor de pintar el edificio por dentro. Nadie ayudó, y algunos cooperaron. El chiste duró limpío como 1 mes y medio. Encuenras en mi edificio paredes rayadas, en algunas ni pintura hay.

Recién en Enero, tronó la bomba del agua (hay una pequeña cisterna al frente del departamento donde vivo, de ahí el agua es bombeada a los tinacos superiores, para volver a bajar).

Tuvo que pasar una semana para que algo ocurriera. Mientras tanto fue una semana sin una sola gota de agua, no manchen, eso está de la chingada. Pero, también pensaba, creo que asumir el liderazgo e ir a invertir mi tiempo en el reemplazo de dicho y misterioroso artefacto también era resolverles la vida a estos personajes.

La bronca empezó un lunes. Un día jueves de regreso del trabajo abro la puerta, acciono el switch de la luz y...tampoco había corriente eléctrica.

Me senté en una silla esperando a que también se acabara el gas y temblara de una vez ya para que se lo llevara la chingada a todo.

Al final del cuento regreso el agua, y también la luz, y el gas no se acabó, nada se inhundó y tampoco nadie salió corriendo en llamas.